Quizás hayas contraído influenza, COVID-19, herpes labial o culebrilla. Tus síntomas físicos empiezan a mejorar, pero aún no te sientes bien. Quizás no sepas que enfermo puede afectar más que solo tu cuerpo. También puede afectar tu salud mental y bienestar.
Podrías sentirte decaído, cansado o desmotivado después de una infección viral. Pero si esos sentimientos persisten, podría ser un signo de depresión posviral.
Es importante saber qué buscar y cuándo buscar ayuda para la depresión posviral. Así, podrás volver a sentirte como tú mismo.
¿Qué es la depresión posviral?
"La depresión posviral es cuando usted comienza a tener síntomas depresivos después de una infección viral", dijo Gerardo Gómez Abundis , DOCTOR, especialista en enfermedades infecciosas de Banner - University Medicine.
Esto ocurre porque la respuesta del cuerpo a la enfermedad provoca cambios en el cerebro y el sistema nervioso. Puede durar semanas o meses y estar relacionada con la COVID prolongada.
Quizás no te des cuenta de cuánto pueden afectar tu cerebro las infecciones virales. "Los virus pueden interferir con las sustancias químicas del cerebro que controlan el estado de ánimo, la memoria y el aprendizaje, como la serotonina, la dopamina y el glutamato. Los virus también pueden provocar que tu cuerpo produzca sustancias que atacan tus propios receptores cerebro , lo que provoca depresión persistente", afirmó el Dr. Abundis.
¿En qué se diferencia la depresión posviral de la depresión típica?
Si bien la depresión común suele deberse a factores como el estrés o acontecimientos de la vida, la depresión posviral es diferente. En esta, el sistema inmunitario aún puede estar recuperándose. Estar enfermo causa fatiga, inflamación y estrés que afectan la química cerebro y las emociones.
¿Qué causa la depresión posviral y quién tiene más probabilidades de padecerla?
"La principal causa de la depresión posviral son los cambios en el sistema inmunitario. Estos cambios causan inflamación crónica y alteran los sistemas de neurotransmisores (mensajeros químicos del cerebro) que afectan el estado de ánimo", explicó el Dr. Abundis.
Es posible que sufra depresión posviral después de una infección por:
- COVID-19
- Influenza
- Mononucleosis infecciosa
- Virus de Epstein-Barr (VEB)
- virus del herpes simple
- Citomegalovirus (CMV)
- virus de la inmunodeficiencia humana
Factores emocionales como estos también pueden jugar un papel:
- Estrés por estar enfermo
- Cambios en tu rutina
- Sentirse aislado
- Tener menos independencia
Corre mayor riesgo si:
- Tiene antecedentes de problemas de salud mental como ansiedad o depresión.
- Tiene una enfermedad crónica o una enfermedad grave o de larga duración.
- Me tomó mucho tiempo recuperarme de la enfermedad.
- Tuve que recibir tratamiento en un hospital.
- Tiene problemas autoinmunes
- Tener ciertos factores de riesgo genéticos
¿Cuáles son los signos de la depresión postviral?
" Los síntomas son similares a los de la depresión típica", dijo el Dr. Abundis. Pero suelen presentarse junto con otros síntomas del virus, como cansancio, confusión cerebro , ansiedad o problemas para dormir.
Los signos comunes incluyen:
- Sentirse deprimido, desesperanzado, triste o no ser usted mismo durante más de dos semanas.
- No tener suficiente energía para hacer las cosas
- Niebla cerebro o dificultad para pensar con claridad
- Dificultad para dormir lo suficiente o dormir demasiado
- Cambios en el apetito
- Sentirse ansioso, irritable o retraído
- Perder interés en cosas que solías disfrutar
- Retirarse socialmente
Estos signos pueden parecer pequeños al principio, pero pueden empeorar con el tiempo.
¿Cuándo debes buscar ayuda?
Es normal sentirse un poco mal después de estar enfermo. Pero si su estado de ánimo y energía no mejoran después de unas semanas, es recomendable consultar con un profesional de la salud.
"Si presenta síntomas depresivos, especialmente después de recuperarse de una enfermedad viral, debe buscar atención médica de inmediato", dijo el Dr. Abundis. Recibir ayuda a tiempo puede marcar una gran diferencia en su recuperación y puede prevenir problemas a largo plazo.
Si tiene muchos problemas con su vida diaria, sufre de depresión severa o tiene pensamientos de hacerse daño, es importante buscar ayuda de inmediato.
¿Cómo se diagnostica y se trata la depresión postviral?
“Para determinar si tiene depresión posviral, su médico evaluará sus síntomas y le preguntará sobre su enfermedad”, explicó el Dr. Abundis. Le hablarán sobre cómo se siente y podrían hacerle análisis de sangre para detectar signos de inflamación y otras causas que podrían estar causando sus síntomas, como deficiencias vitamínicas o problemas de tiroides.
El tratamiento puede incluir:
- Terapia cognitiva basada en la atención plena
- Antidepresivos u otros medicamentos
- Apoyando su sistema inmunológico
- Equilibrio de los neurotransmisores
- Técnicas de meditación o respiración
- Buena nutrición
- Descansar y dormir lo suficiente
- Ejercicio suave como caminar, hacer yoga o estirarse.
- Conectarse con amigos, familiares o grupos de apoyo.
Su proveedor de atención médica también puede recomendar formas más personalizadas de tratar la depresión posviral, centrándose en el virus específico que tuvo y cómo respondió su cuerpo a él.
¿Cómo se pueden prevenir los problemas de salud mental a largo plazo?
Tanto la recuperación física como la emocional requieren tiempo después de una enfermedad grave. Puede ser útil:
- Regrese a su rutina normal lentamente
- Establezca metas pequeñas y sea realista sobre su cronograma de recuperación.
- Dale tiempo a tu cuerpo y mente para sanar
- Controle su salud mental periódicamente y hable con su proveedor si los síntomas regresan o empeoran.
El resultado final
“La concientización y la comprensión de la depresión posviral son cruciales, especialmente con enfermedades virales como la COVID-19 y otras”, afirmó el Dr. Abundis. Reconocer la causa de estos síntomas puede ayudarle a sentirse menos solo y a estar más dispuesto a buscar ayuda.
La depresión posviral es real y tratable. No esperes más para recibir el apoyo que necesitas.
Comuníquese con su proveedor de atención médica o un experto en Banner Health .