Los cálculos renales son depósitos duros de minerales que se forman dentro de los riñones. Si bien muchos pacientes describen que los cálculos renales les causan el peor dolor de su vida, muchos cálculos renales pueden eliminarse del cuerpo por sí solos. En algunos casos, puede ser necesario realizar una cirugía para eliminar los cálculos renales. Siempre que estos cálculos se eliminen o se traten, por lo general no causan ningún daño a largo plazo.
¿Qué son los cálculos renales?
Los cálculos renales, también llamados nefrolitiasis, son trozos sólidos de material que se forman cuando hay demasiada cantidad de un determinado mineral en la orina. Suelen ser consecuencia de una acumulación de calcio. Si bien su tamaño y composición pueden variar, estos cálculos suelen provenir del riñón y luego pueden desplazarse por el resto del tracto urinario.
Tipos de cálculos renales
Hay cinco tipos principales y cada tipo de cálculo tiene una causa diferente.
- Cálculos de oxalato de calcio (el tipo más común)
- Cálculos de fosfato de calcio
- Cálculos de estruvita (más comunes en mujeres)
- Cálculos de ácido úrico (más comunes en hombres)
- Cálculos de cistina
¿Cuáles son los factores de riesgo de los cálculos renales?
Ciertas afecciones aumentan la probabilidad de desarrollar cálculos renales. Algunas de ellas son controlables y otras no:
- Baja ingesta de líquidos. La causa más común de los cálculos renales es no beber suficiente líquido.
- Dieta. Corres un mayor riesgo si sigues una dieta rica en sodio y proteínas.
- Antecedentes médicos personales o familiares de cálculos renales. Es más probable que desarrolle cálculos renales si los ha tenido antes o si un miembro de su familia los ha tenido.
- Obesidad. Las personas obesas tienen mayores tasas de formación de cálculos renales.
- Medicamentos. Tomar medicamentos como acetazolamida e indinavir puede aumentar el riesgo.
- Problemas médicos. Si tiene diabetes, enfermedad de Crohn, hiperparatiroidismo, gota, acidosis tubular renal o cistinuria, o si se ha sometido a una cirugía intestinal previa, como un bypass gástrico, tiene una mayor probabilidad de desarrollar cálculos renales. Las obstrucciones en el tracto urinario también pueden provocar la formación de cálculos renales.
- Género. Si bien antes se creía que los cálculos renales eran más comunes en los hombres, ahora se piensa que afectan a hombres y mujeres por igual.
- Edad. Los cálculos renales son más frecuentes en personas mayores de 30 años, pero cada vez son más comunes en niños.
Los niños también corren un mayor riesgo de sufrir cálculos renales si están inmóviles (por ejemplo, si llevan un yeso después de una cirugía). Esto se debe a que sus huesos pueden liberar calcio adicional en el torrente sanguíneo.
¿Cuáles son los signos y síntomas de los cálculos renales?
Cuando los cálculos renales pasan a través del tracto urinario, pueden causar una variedad de síntomas:
- Dolor intenso y fluctuante en la espalda baja que puede irradiarse al abdomen y la ingle.
- Orina con sangre
- Obstrucción urinaria, ya que el cálculo puede bloquear el flujo de orina.
- Flujo de orina frecuente, a veces difícil.
- Náuseas y vómitos
- Fiebre
- Infección
- Infección del tracto urinario (ITU)
Si no está seguro de qué le sucede y le preocupan sus síntomas, comuníquese con su doctor. Su doctor puede ayudarlo a determinar si se trata de cálculos renales u otro problema renal que le causa dolor o malestar.
Busque atención médica inmediata si tiene un dolor insoportable (tan intenso que no puede ponerse cómodo) o dolor acompañado de cualquiera de los otros síntomas enumerados anteriormente.
¿Cómo puedes evitar los cálculos renales?
Puede reducir sus probabilidades de tener cálculos renales prestando atención a su ingesta de líquidos y a su dieta:
- Bebe de dos a tres litros de agua al día, o la cantidad suficiente para que tu orina sea de color amarillo claro o transparente. Añadir limón al agua puede ayudar, ya que el ácido cítrico del limón se une al calcio y puede ayudar a prevenir la formación de cálculos de calcio. Asegúrate de beber mucho líquido cuando el clima sea cálido; los cálculos renales son más comunes cuando las temperaturas suben y las personas no se hidratan adecuadamente.
- Elija una dieta baja en sodio y proteínas animales.
- Reduzca el consumo de determinados alimentos que contengan un alto contenido de oxalato. Se necesitan pruebas adicionales para confirmarlo, pero si come una cantidad muy alta de determinados frutos secos y verduras, estos pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos renales.
Si ha tenido cálculos renales en el pasado, estos pasos podrían ayudar a evitar que vuelvan a aparecer:
- Su doctor puede recetarle medicamentos. Existen distintos tipos de medicamentos que puede tomar, según el tipo de mineral que haya provocado los cálculos renales.
- Si toma suplementos de calcio, consulte con su doctor sobre la posibilidad de dejar de tomarlos, ya que pueden aumentar el riesgo de cálculos renales. Pero incluya muchos alimentos ricos en calcio en su dieta: el calcio que consume no aumenta el riesgo.
- Consulte con un dietista sobre un plan de alimentación que pueda reducir sus probabilidades de desarrollar cálculos renales.
¿Cómo se pueden diagnosticar los cálculos renales?
Si sus síntomas indican que podría tener un cálculo renal, su doctor puede recomendarle diferentes tipos de pruebas:
- Las pruebas de diagnóstico por imágenes, como una tomografía computarizada, una radiografía o una ecografía, pueden diagnosticar cálculos renales.
- Los análisis de sangre , el análisis de orina o el cultivo de orina (análisis de orina) pueden detectar signos de infección.
- Pruebas adicionales, como una prueba de función renal o una biopsia, pueden ayudar a determinar si algo más podría estar causando sus síntomas .
¿Cómo se pueden tratar los cálculos renales?
La mayoría de los cálculos se eliminan por sí solos al orinar, especialmente si son pequeños. Un cálculo renal de 3 mm tiene aproximadamente un 80 % de probabilidades de eliminarse por sí solo. Si mide aproximadamente 5 mm, las probabilidades son de aproximadamente el 50 %. Si un cálculo renal alcanza los 8 mm, las probabilidades se reducen al 20 %.
Por lo general, sentirá dolor si el cálculo obstruye el riñón y la orina no puede drenar. Necesitará tratamiento si hay hinchazón en los riñones, lo que se denomina hidronefrosis.
En el caso de cálculos pequeños que probablemente se expulsen por sí solos, los médicos pueden recetar medicamentos para facilitar el proceso y controlar el dolor. Un medicamento común es un alfabloqueante, que puede relajar los músculos del uréter, lo que facilita la expulsión del cálculo. También pueden recetarse analgésicos y antiinflamatorios.
Si sólo tiene un riñón, su doctor querrá tratar los cálculos de manera más agresiva para reducir el riesgo de daño a largo plazo y pérdida de la función renal.
Para aquellos cálculos que no desaparecen por sí solos, existen tres opciones principales de tratamiento para la cirugía de cálculos renales:
- Litotricia extracorpórea por ondas de choque. Con este procedimiento mínimamente invasivo, que puede tratar cálculos renales más pequeños, el doctor utiliza rayos X para localizar el cálculo. Una vez localizado, las ondas sonoras de una ecografía descomponen el cálculo en trozos más pequeños que se pueden eliminar a través de la orina. Con este procedimiento, la mayoría de las personas vuelven a casa el mismo día.
- Ureteroscopia. Este procedimiento implica la inserción de un pequeño endoscopio flexible en la uretra (el canal que permite que la orina salga del cuerpo), a través de la vejiga hasta el uréter, que es el pequeño tubo que conecta el riñón con la vejiga. Luego, el cirujano puede usar un láser para romper el cálculo en pedazos más pequeños o puede extraer los cálculos. No hay incisiones y, por lo general, se trata de una cirugía en la que puede irse a casa el mismo día.
- Nefrolitotomía percutánea. Los médicos suelen utilizar este procedimiento para los cálculos renales de mayor tamaño. El cirujano realiza una pequeña incisión de 1 cm en el flanco o la parte inferior de la espalda y crea un camino hacia el riñón por donde una cámara puede ver el cálculo. Luego, una sonda especial rompe el cálculo en pedazos más pequeños que se pueden extraer a través de la pequeña incisión. Es posible que deba permanecer en el hospital durante uno o dos días después del procedimiento.
Después de que se expulsa o se elimina un cálculo renal, el doctor puede analizarlo para determinar de qué tipo es. (Si expulsa un cálculo en su casa, guárdelo en un recipiente limpio). Este análisis puede ayudar a determinar cuáles son sus factores de riesgo y si algún medicamento puede ayudar a prevenir la recurrencia de los cálculos renales.
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