El menisco es la pieza de cartílago que se encuentra entre la espinilla y el fémur y actúa como un amortiguador para las piernas. Hay dos meniscos en cada articulación de la rodilla. Un menisco puede desgarrarse o dañarse durante actividades que ejercen presión sobre la articulación de la rodilla o involucran giros repentinos.
El menisco generalmente se rompe cuando una persona tuerce la parte superior de la pierna mientras el pie está plantado y la rodilla doblada. Los desgarros de menisco son muy comunes, especialmente entre los atletas, pero pueden ocurrirle a cualquiera, a veces simplemente por levantarse demasiado rápido de una sentadilla.
Un desgarro en el menisco suele ir acompañado de un chasquido alrededor de la articulación de la rodilla. Los síntomas de un menisco desgarrado incluyen:
Comuníquese con su doctor si alguno de estos síntomas persiste durante más de unos pocos días después de la lesión inicial. Busque atención médica de inmediato si su rodilla se traba y no puede doblarla después de enderezarla.
El diagnóstico de un menisco desgarrado requerirá un examen físico de su doctor. Por lo general, examinarán y probarán un rango de movimiento. Algunos médicos pueden realizar una prueba de McMurray para buscar un desgarro de menisco. Una prueba de McMurray consiste en doblar la rodilla, estirarla y rotarla.
Si su doctor sospecha un desgarro de menisco después de un examen físico, es probable que ordene exámenes de imágenes para confirmar el desgarro, como:
Una vez que se ha diagnosticado un desgarro de menisco, su doctor puede recomendar enfoques conservadores no quirúrgicos para tratarlo. Una forma de hacerlo es mediante el método RICE:
Tomar un medicamento de venta libre también puede ayudar a reducir el dolor y la hinchazón. También se puede recomendar fisioterapia para fortalecer los músculos circundantes, aumentar la movilidad y la estabilidad de la rodilla y reducir el dolor.
Si la rodilla no responde a los métodos de cuidado personal, su doctor puede recomendarle una cirugía artroscópica. Este tipo de cirugía es mínimamente invasiva y requiere que se inserte un artroscopio en la articulación de la rodilla a través de una pequeña incisión. Esto le permitirá al cirujano ver el interior de la articulación y usar pequeños instrumentos quirúrgicos para reparar el desgarro.
La cirugía de menisco tiene una tasa de éxito muy alta y la cirugía generalmente solo dura una hora. La recuperación de la cirugía de menisco toma alrededor de dos semanas y terapia física frecuente para que pueda volver a la actividad normal.