Sobreviviste a los terribles años dos, junto con los años tres nager y fournado, y estabas seguro de que este nivel de entrenamiento te había preparado para cualquier cosa, o eso creías. Ingrese los años de la interpolación.
Oh, los años de la preadolescencia. Este es el período entre los 8 y los 12 años, donde sus niños experimentarán un crecimiento físico, cognitivo, social y emocional masivo. Tienen que lidiar con su cuerpo pubescente en constante cambio, el drama de la amistad y los intensos cambios de emociones . Ya no son un niño, pero tampoco son un adolescente.
No es de extrañar que su hijo preadolescente, normalmente despreocupado, de repente se muestre corto con usted y se apresure a gritar o llorar. Hay tantas emociones que a menudo es difícil para ellos expresar razonable y lógicamente sus sentimientos en palabras.
Afortunadamente, hay algunas cosas que puede doctor en osteopatía (DO, por sus siglas en inglés) como padre no solo para apoyar a su preadolescente mientras lo ayuda a navegar sus propias emociones y los cambios que enfrenta. Hablamos con Jerimya Fox, una consejera profesional licenciada y doctor en salud conductual en Banner Behavioral Health Hospital , quien compartió cuatro consejos para ayudarlos a usted y a su preadolescente a pasar sin problemas y sobrevivir a la preadolescencia.
1. Sea un buen modelo emocional a seguir.
Como padre, es posible que intencionalmente oculte o minimice sus sentimientos cuando esté triste, estresado o molesto para evitar las emociones de su hijo preadolescente. Pero los niños son perceptivos y se darán cuenta de su estado emocional, ya sea que intente ocultarlo o no. Busque formas más saludables de manejar y expresar sus sentimientos. Es importante que aprendan a identificar y expresar sus propias emociones y saber cuándo pedir ayuda o apoyo cuando lo necesiten.
“Este es un conjunto importante de habilidades que está enseñando a sus niños, porque a menudo un niño se comporta de la misma manera en la edad adulta”, dijo el Dr. Fox. “Cuando manejas tus emociones de manera efectiva frente a tus niños, los niños aprenden formas apropiadas de reaccionar en situaciones similares”.
2. Comprender su estado de aprendizaje socioemocional.
El aprendizaje socioemocional es el conjunto de habilidades, actitudes y valores que uno usa para navegar y lidiar con cosas en su vida, como emociones, relaciones y situaciones difíciles. Cuando se enseñan y apoyan estas habilidades, es más probable que su hijo preadolescente tenga éxito académico, tenga una mayor conciencia de sí mismo, reconozca sus emociones y comprenda cómo esas emociones están vinculadas a los comportamientos.
Para nutrir esto en ellos, el Dr. Fox sugirió usar estas estrategias en casa:
- Modele los comportamientos que desea ver en ellos
- Fomentar las interacciones saludables entre compañeros, como participar en deportes, danza o música.
- Proporcionar un entorno familiar seguro y de apoyo.
- Busque programas de aprendizaje socioemocional en su comunidad
3. Estar presente y disponible.
Como padre, es difícil ver a sus niños con dolor o sufrimiento. No puedes ser tú quien se lleve esos sentimientos, pero puedes crear un espacio para que ellos procesen sus emociones. Esto también significa estar disponible, como hacer su trabajo en silencio junto a su hijo mientras él hace su tarea.
Si su hijo comienza a abrirse, resista la tentación de hacer preguntas o dar consejos, a menos que se lo pidan. Muéstreles que no juzgará, criticará sus sentimientos ni les dirá cómo “deberían” sentirse. Hágales saber que pase lo que pase, los ama y estará a su lado siempre.
4. Sepa cuándo es el momento de buscar ayuda.
Sin duda, habrá períodos breves en los que su hijo preadolescente tendrá dificultades en la escuela o con sus amistades. La mayoría de los niños, e incluso los adultos, sienten emociones angustiosas, como miedo, ira y tristeza. Es posible que estos períodos por sí solos no justifiquen la terapia, pero si comienza a notar que su hijo preadolescente actúa o se comporta de una manera perjudicial y dañina para su bienestar, busque la ayuda de un terapeuta o consejero autorizado.
“La terapia puede ser un espacio seguro para que todos, no solo los preadolescentes, procesen esos pensamientos y emociones complejos”, explicó el Dr. Fox. “Al darles esta opción, les está mostrando que no hay estigma ni vergüenza en pedir ayuda”.
Esta fase de su vida probablemente no será la más fácil, pero con un poco de trabajo duro y amor, estará preparando el escenario para años de adulto joven más tranquilos.
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