La tragedia de encontrarse a un niño o bebé después de haberlo dejado desatendido en el peligroso calor de un coche abrasador es una pesadilla que ningún padre quiere soportar. A menudo, preguntamos a los padres: “¿cómo han podido olvidar a su hijo?”. A pesar de que parece razonable, las personas hacen estas preguntas solo después de que sea demasiado tarde.
En su lugar, deberíamos preguntar: “¿cómo podemos evitar que suceda esta tragedia?”.
Consejos para mantener a los niños a salvo de los coches con temperaturas elevadas
Melissa Luxton, maestra en ciencias de la enfermería, enfermera titulada y coordinadora de prevención de lesiones en el Banner – University Medical Center Phoenix, comparte algunos consejos sobre cómo podemos reducir la probabilidad de dejar una mascota o un niño en el coche:
“Dejar objetos importantes, como un monedero o un bolso en el asiento trasero es un pequeño truco que le recordará echar un vistazo al asiento trasero antes de entrar en el supermercado o al estacionar su coche en el garaje”, afirma Luxton.
Otro consejo que comparte Luxton es tener un osito de peluche en el asiento trasero del coche cuando conduzca solo y moverlo al asiento delantero cuando viaje con un niño en el coche. Esto servirá como recordatorio visual de que le acompaña un niño.
¿Qué temperatura es demasiado alta para los niños dentro de un coche?
Es importante saber que no hace falta una temperatura de 46 grados para que el interior de un coche se vuelva mortal. En Arizona, la temporada de monzones baja las temperaturas habituales del verano hasta los 38 grados o menos. Esto puede hacer que alguien caiga fácilmente en el error de pensar que está bien dejar a un niño en el asiento del coche mientras va un momento a la tienda a comprar un galón de leche. No cometa este error. Cuando las temperaturas exteriores alcanzan los 38 grados, la temperatura en el interior de un coche puede alcanzar los 60 grados en tan solo cinco minutos y 65 grados en 15 minutos. De hecho, en solo unos minutos, un día con 20 grados puede abrasar el interior de un vehículo hasta los 30 grados, una temperatura demasiado elevada para que bebés y niños puedan soportarla con seguridad.
Además, el calor afecta a los niños de manera diferente que a los adultos, ya que, naturalmente, son más pequeños. La deshidratación aparece mucho antes. Cuando se deja a un niño en un coche a temperatura elevadas, alcanza una temperatura elevada, se queda sin sudor rápidamente y cae inconsciente, lo que finalmente da lugar a la muerte.
La tragedia también puede acontecer cuando tiene el coche estacionado en casa. A menudo, los niños se suben en los vehículos por su cuenta para jugar o buscar un juguete y se quedan atrapados.
“Los dos primeros lugares en los que buscar a un niño son la piscina y luego, el coche”, afirma Luxton. “Incluso cuando un coche está estacionado en un garaje, recuerde bloquear las puertas y mantener las llaves alejadas de los niños.”
Si ve un bebé o un niño sin supervisión en un vehículo, no dude en llamar al 911.
Esta entrada se ha actualizado. Originalmente se publicó el 3 de agosto de 2017.