Huracanes, terremotos, incendios y apagones – no importa dónde vivamos, no somos inmunes a las emergencias y a otros eventos menos serios. En tanto que nos podemos preparar para algunos, otros pueden ocurrir en cualquier momento, con muy poco tiempo de aviso.
Con el objeto de proteger a tu familia, es esencial estar preparados, y una de las herramientas más importantes que cada familia puede tener para protegerse es un plan familiar de preparación para emergencias. Aunque esto pueda parecer algo engorroso en un principio, colaborar como familia para tener un plan puede salvar vidas.
“Planear para lo inesperado nos inquieta a todos”, dijo la doctora Melissa Zukowski, una directora médica del departamento de emergencias pediátricas de Banner - University Medical Center Tucson (en inglés). “Sin embargo, hablar de los planes y practicarlos hará que todos estemos más seguros y preparados”, expresó.
Con la ayuda de la doctora Zukowski, te presentamos los cinco pasos que tú y tu familia pueden seguir para asegurarse de estar preparados en caso de que ocurra un desastre.
Paso Número Uno: Identifica las emergencias potenciales
- Investiga cuáles son los desastres con mayores probabilidades de ocurrir en tu área y el historial de cuándo sucedieron.
- Suscríbete a los servicios de alertas que te enviarán mensajes de texto o correos electrónicos informándote sobre el mal clima, los cierres de carreteras, las emergencias locales, etc.
- Infórmate de los planes para emergencias de las escuelas de tus hijos, los lugares de trabajo y otros sitios frecuentados por tu familia (por ejemplo: las clases de danza, los eventos deportivos, etc.).
- Ubica los hospitales más cercanos que proporcionan atención pediátrica y para adultos en caso de una emergencia. Esto es especialmente importante para quienes podrían requerir de tratamientos para salvarles la vida o de una fuente de poder para la atención de condiciones crónicas. Puedes encontrar con ayuda para localizar servicios de atención pediátrica en la asociación estatal de la American Academy of Pediatrics (AAP, por sus siglas en inglés) o hablando con el pediatra de tus hijos.
Paso Número Dos: Crea un plan de comunicaciones
- Enséñale a tus hijos pequeños a marcar al 9-1-1, a aprender sus nombres y apellido, su domicilio y el número de teléfono móvil de mamá o papá tan pronto puedan hacerlo y de la manera más temprana posible.
- Designa contactos en caso de emergencia (I.C.E., por su abreviatura en inglés) fuera del estado en donde vives. Estos serán los recursos y puntos de contacto a quienes los miembros de tu familia deberán llamar.
- Crea una hoja o tarjeta con todos los números de teléfono importantes y la información de la familia (por ejemplo: historial médico, alergias, etc.) y asegúrate de que cada integrante de tu familia tenga una copia.
- Informa a quienes brinden cuidados a algún miembro de tu familia acerca de tu plan para emergencias en caso de que algo ocurra cuando tú no te encuentres presente. Mantén esta información en algún lugar al que estas personas tengan fácil acceso.
- Asegúrate de que todos sepan cómo enviar mensajes de texto en caso de que haya fallas en la red.
- Actualiza anualmente las tarjetas para emergencias de las escuelas de tus hijos incluyendo a una persona de confianza u otro miembro de tu familia que los pueda recoger en sus escuelas en caso de que tú no puedas llegar debido a una emergencia.
- Ajusta tu plan de manera adecuada en caso de que algún integrante de tu familia tenga una discapacidad o necesidades especiales.
Paso Número Tres: Desarrolla un plan de evacuación
- Involucra a tus hijos en el proceso de planificación.
- Identifica un punto de reunión para tu familia que sea seguro y se encuentre fuera de tu domicilio. Podría ser la casa de un vecino, la casa de algún otro familiar o cualquier otro lugar que sea conocido para tu familia.
- Pónganse de acuerdo de adónde deberán ir tus hijos si están en la escuela o la guardería en el momento en que ocurra una emergencia. Asegúrate de que entiendan dónde deberán estar y quién está autorizado para ir por ellos en caso de que tú no puedas llegar a ese lugar.
- Asegúrate que tu plan incluya los requerimientos de quienes tengan necesidades especiales y de sus animales de compañía.
- Muéstrale a tu familia cómo apagar los servicios, por ejemplo: dónde y cómo se cierra la toma de agua de la casa.
- Enséñale a cada integrante de tu familia cómo usar un extinguidor en caso de incendio y en qué lugar de la casa se encuentra el extinguidor.
Paso Número Cuatro: Arma un maletín para emergencias
Armar un maletín para emergencias podría parecer una tarea desalentadora y… ¡costosa! Puedes comprar un maletín para emergencias que ya esté equipado (las tiendas como Costco y Sam’s Club los venden) o lo puedes ir armando al paso del tiempo, seleccionando los suministros que incluirás cada vez que vayas de compras. El maletín de cada familia puede ser distinto, pero aquí tienes una lista de los artículos básicos que deben incluirse:
- Agua – por lo menos un galón por persona para un mínimo de tres días
- Alimentos no perecederos – suficientes para al menos tres días – y un abrelatas
- Un estuche de primeros auxilios (en inglés)
- Una linterna con baterías adicionales
- Un estuche de herramientas básicas incluyendo una llave inglesa y pinzas
- Artículos de cuidados personales – ropa, cobertores adicionales
- Medicamentos de prescripción – suficientes para al menos tres días
- Otros artículos que podrían incluir suministros para bebés, alimento para perros o gatos, y juegos y actividades para los niños
Una vez que esté armado el maletín para emergencias, decide en donde lo vas a guardar y asegúrate que todos tengan acceso.
Paso Número Cinco: Ensaya tu plan
- Ensaya las evacuaciones y el refugio en el lugar al menos dos veces al año para que tu familia sepa qué hacer y adónde ir en caso de una emergencia.
- Revisa el plan familiar cada año para asegurarte de que tu familia esté tan preparada y lista como pueda estarlo. Esto es de particular importancia cuando hay un cambio significativo en la familia, por ejemplo: el nacimiento de un bebé, una nueva enfermedad crónica o una mudanza a otra casa que podría modificar algunos de los pasos importantes.
- Actualiza tu maletín para emergencias reemplazando el agua y cualquier artículo perecedero periódicamente. Asegúrate de que todos sepan dónde está y llévenlo consigo cada vez que ensayen su plan.
- Revisa los detectores de humo con regularidad.
- Ensaya el apagado de los servicios como el gas, el agua y la corriente eléctrica.
Otras Consideraciones:
- Recibe capacitación en primeros auxilios y RCP.
- Mantén una pequeña cantidad de efectivo en tu maletín para emergencias o guárdalo en un lugar seguro de rápido acceso en caso de una evacuación. Los cajeros automáticos y las tarjetas de crédito podrían no funcionar si ocurriera un desastre.
- Ahorra cierta cantidad en una cuenta de ahorros para emergencias que se podría utilizar en caso de que ocurriera una crisis.
¿Por qué es importante involucrar a los niños en el proceso?
Aunque podría ser una conversación incómoda, especialmente para los más pequeños, involucrarlos siempre es una buena idea.
“Los niños escuchan y comprenden mucho más que lo que nos percatamos”, dijo la doctora Zukowski. “Ellos podrían ver u oír cosas en la televisión que podrían ser preocupantes. Involucrarlos en los preparativos los ayudará a sentirse más cómodos en el caso de que surgiera un evento. Así como nosotros, ellos también estarán listos”, concluyó.
Esperamos que tu plan de preparación para emergencias nunca pase a más que los ensayos que llevarás a cabo. Pero en caso de que sí se suscitara una emergencia estarán debidamente preparados y listos para entrar en acción exitosamente. Para obtener información adicional de cómo elaborar el plan de tu familia, consulta las siguientes listas de control que podrían serte útiles:
- Ready.gov
- CDC.gov (archivo PDF en inglés)
- Redcross.org (archivo PDF en inglés)