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¿Verduras viscosas para ensalada? 5 consejos para mantener frescas las verduras de hoja verde

Todos sabemos que una ensalada fresca y crujiente puede ser un complemento saludable y delicioso para nuestras comidas. Pero, ¿qué sucede cuando esos verdes vibrantes se vuelven viscosos?

¿Deberías tirar o convertir en abono toda la bolsa o el recipiente, o elegir entre lo bueno y lo malo? Sabiendo que se han retirado del mercado verduras de hojas verdes contaminadas, es comprensible que se cuestione su seguridad.

Para arrojar luz sobre este tema, consultamos con Amanda Spina, nutricionista registrado de Banner Health, quien brinda información experta y consejos sobre cómo lidiar con las verdes ensaladas viscosas.

¿Por qué mi ensalada está viscosa?

Desde la rúcula y la col rizada hasta la lechuga romana y las espinacas, las verduras de hojas verdes tienden a tener la vida útil más corta de todas las verduras. Según Spina, esto se debe a la edad y a las bacterias.

"Como muchas plantas después de la cosecha, las hojas para ensalada comienzan a pudrirse", dijo Spina. "Cuando envejecen, liberan más humedad (agua) y se vuelven viscosos".

Las bacterias viven naturalmente en las verduras. Cuando se combinan con el aire y la humedad, estas verduras se descomponen más rápido, lo que provoca decoloración, malos olores y hojas viscosas.

¿Todavía está bien comer ensalada viscosa?

"Hay una ventana muy pequeña entre las verduras de hojas verdes marchitas y podridas, por lo que no vale la pena correr el riesgo", dijo Spina. "Cuanto más cerca esté el producto de pudrirse, más tiempo tendrán las bacterias dañinas para multiplicarse".

Si bien un trozo perdido de lechuga viscosa probablemente no sea un gran problema para la mayoría de las personas, no deberías convertirlo en un hábito habitual. Esto también se aplica a otras verduras y frutas.

Los grupos de alto riesgo como los niños, los adultos mayores, las personas embarazadas y las personas con sistemas inmunológicos debilitados son más susceptibles a las enfermedades transmitidas por los alimentos .

Al manipular cualquier producto, siempre inspeccione y evalúe su frescura. Usa tus sentidos. "Observe su apariencia, olor y textura", dijo Spina. Si las verduras tienen un olor desagradable o muestran signos de decoloración, es una señal de que pueden estar echadas a perder y deben desecharse. Confíe en sus instintos cuando se trata de seguridad alimentaria.

¿Puedo sacar algunos trozos viscosos o debo tirarlo todo?

Retire y deseche las hojas viscosas, mohosas o en mal estado tan pronto como las note. Esto ayudará a reducir la cantidad de humedad y gases producidos.

Si más de unas pocas hojas están viscosas o hay mal olor, deseche todo el paquete, la bolsa o la cabeza. Es mejor estar seguro que enfermo.

"A veces las hojas marchitas se pueden revivir sumergiéndolas en agua helada y secándolas, pero deben usarse inmediatamente", dijo Spina. "Una vez que las verduras estén viscosas, es mejor convertirlas en abono".

Consejos para mantener crujientes las verduras de hojas verdes

Spina comparte los siguientes pasos que puede seguir para reducir el riesgo de viscosidad y mantener frescas las verduras de hojas verdes por más tiempo.

  • Compre verduras locales y frescas: siempre que sea posible, compre verduras de origen local. No han viajado tanto ni tan lejos, lo que reduce las posibilidades de que se echen a perder. Los mercados de agricultores son excelentes lugares para encontrar productos locales.
  • Evite comprar en exceso: Lugares como Costco y Walmart facilitan exagerar, incluso con productos agrícolas. Evite comprar más de lo que puede comer en un plazo de dos a cinco días para garantizar la máxima frescura.
  • Elija verduras resistentes: si es posible, compre verduras resistentes como col rizada, lechuga iceberg y lechuga romana. Tienen una vida útil un poco más larga que las lechugas más suaves como las espinacas, la Bibb y la lechuga de hoja roja.
  • Revise las verduras en bolsas: cuando compre ensaladas y verduras en bolsas prelavadas y precortadas, seleccione las que estén en bolsas el mismo día para obtener la opción más fresca.
  • Opte por productos sin cortar: comprar lechugas y repollos enteros puede ser mejor que los precortados, especialmente en lo que respecta a la seguridad alimentaria. Se expone menos superficie durante el procesamiento, transporte y almacenamiento, lo que reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos.
  • Lave bien las verduras: lave siempre las verduras antes de usarlas para eliminar la suciedad, las bacterias o los pesticidas. Use agua corriente y frote suavemente las hojas para asegurar la limpieza. Aunque a veces se utiliza vinagre para la limpieza y la seguridad de los alimentos, no mejorará la calidad ni el sabor de las verduras.
  • Guarde las verduras adecuadamente: Seque las verduras lavadas con una toalla de papel o una centrifugadora para ensaladas y guárdelas en un recipiente hermético en el cajón para verduras de su refrigerador. Eliminar el exceso de humedad es fundamental para desalentar el crecimiento bacteriano.

"También ayuda a mantener las verduras de hojas verdes alejadas de frutas como manzanas, peras, aguacates y melones, que naturalmente producen gas etileno", dijo Spina. "El etileno puede acelerar la descomposición".

Llevar

Tratar con verduras viscosas para ensalada puede parecer complicado, pero con algunas reglas simples puedes mantener tus ensaladas frescas y seguras para comer . Solo recuerda usar tus sentidos y, en caso de duda, tíralo (o mejor aún, ¡abono!).

Si tiene dudas sobre la seguridad alimentaria o necesidades dietéticas específicas, consulte a un nutricionista registrado en Banner Health , quien puede brindarle consejos personalizados según su salud y sus preferencias.

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