Cuando vemos a una víctima de un ataque cardíaco en una película, típicamente observamos a un hombre de edad madura llevando sus manos al pecho y cayendo al suelo con gran dramatismo. A diferencia de las películas, la enfermedad cardíaca no sólo afecta a los hombres, también afecta a las mujeres y no siempre es tan evidente.
Si eres como muchas otras mujeres, podría preocuparte más el cáncer de mama (varios artículos en inglés y español) o el cáncer en general que la enfermedad cardíaca. Sin embargo, la enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte entre las mujeres (en inglés).
¿Las buenas noticias? A pesar de su gran prevalencia, alrededor del 80% de las enfermedades cardiovasculares (en inglés), incluyendo la enfermedad coronaria, el derrame cerebral y los ataques cardíacos, son prevenibles.
Así es que las mujeres deben prestar atención a su corazón y aprender cómo protegerlo. Te presentamos cinco hechos importantes que debes comprender acerca de tu corazón (en inglés) y tu riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular.
1. La enfermedad cardíaca mata a más mujeres que todos los cánceres combinados.
La enfermedad cardíaca le arrebata la vida a más de 300,000 mujeres cada año (en inglés), es decir, causa de alrededor de 1 de cada 5 muertes entre las mujeres. Adicionalmente, 1 de cada 16 mujeres de 20 años de edad o menores (6.2%) (en inglés), tienen enfermedad coronaria. Pero muchas menos mujeres se preocupan por la enfermedad cardíaca que por el cáncer, aunque casi el doble de las mujeres muere a consecuencia de la enfermedad cardíaca que de todos los tipos de cáncer combinados.
2. Los síntomas de enfermedad cardíaca en las mujeres pueden ser verdaderamente difíciles de reconocer.
“Las mujeres tienden a tener una mayor cantidad de síntomas más sutiles o atípicos que los hombres, a pesar de la presencia del dolor de pecho”, dijo la doctora Ameera Ahmed, (en inglés), una cardióloga intervencionista de Banner Health en Fort Collins, Colorado. “Y los proveedores de salud podrían tener menores probabilidades de atribuir esos síntomas a la enfermedad cardíaca en comparación a los hombres. Además, la mayoría de los grandes ensayos clínicos de cardiología sólo tienen un promedio del 25 al 30% de mujeres participantes, lo cual agrega a desafío”, puntualizó.
Muchos de nosotros estamos condicionados a creer que un signo claro de un infarto es un dolor de pecho extremo. No obstante, en realidad, las mujeres experimentan síntomas (en inglés) como: fatiga, dolor de espalda y de mandíbula, mareo, desvanecimiento, dificultad respiratoria, sudoración, náuseas, vómitos y problemas del sueño.
Debido a que los síntomas de la enfermedad cardíaca pueden variar significativamente entre los hombres y las mujeres, suelen no comprenderse. Una gran cantidad de mujeres tienen mayores probabilidades de no dar importancia a sus síntomas o asumir que se relacionan con alguna otra causa, tales como la influenza o la fatiga generalizada.
“A medida en que se está incluyendo a mayor cantidad de mujeres en la investigación, estamos aprendiendo más acerca de las diferencias de género en la enfermedad cardiovascular y cómo reconocer mejor y atender sus padecimientos de manera distinta”, explicó la doctora Ahmed.
3. Incluso las mujeres sin un historial familiar pueden tener problemas cardíacos.
Un historial médico familiar de enfermedad cardiovascular puede ponerte en mayor riesgo, al igual que muchos otros factores conocidos, como: la presión arterial alta, los niveles elevados de colesterol, los niveles altos de azúcar en sangre, fumar, la falta de ejercicio, llevar una dieta pobre y la obesidad. Y el 90% de todas las mujeres tienen al menos uno de estos factores de riesgo.
Adicionalmente, hay ciertas condiciones médicas que afectan sólo o mayormente a las mujeres y que pudieran influir en tu riesgo de enfermedad cardíaca, incluyendo: la diabetes gestacional, la preeclampsia (en inglés) y ser posmenopáusica. La doctora Ahmed indicó que el estrés prolongado y la carencia de autocuidados (en inglés) también pueden tener efectos negativos en tu salud.
“Los trastornos mentales, tales como: la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático [(TEPT o PTSD, por sus siglas en inglés) (en inglés)], pueden suscitar ciertas enfermedades”, dijo. “El TEPT se asocia con un 61% de incremento en el riesgo de enfermedad coronaria”, precisó.
[Aprende más sobre los factores de riesgo de enfermedad cardíaca para las mujeres (en inglés).]
4. Con frecuencia, las mujeres con enfermedad cardíaca no reciben un diagnóstico adecuado ni la atención médica debida.
“Las mujeres tienen menores probabilidades de ser diagnosticadas, tratadas y de recibir (o que se les ofrezca) atención médica oportuna que podría salvarles la vida (en inglés)”, afirmó la doctora Ahmed. “De hecho, aun al acudir a las consultas con su proveedor de salud, la enfermedad cardiovascular no es la principal preocupación de las mujeres ni de sus proveedores. A menudo, se pone un mayor énfasis en los problemas de peso y la salud mamaria”, apuntó.
Una falta generalizada de concientización de la enfermedad cardíaca en las mujeres, los signos y síntomas atípicos y las diferencias de sexo y género subyacentes, podrían todos ser factores que contribuyen al diagnóstico y tratamiento menos agresivo en las mujeres.
La investigación ha mostrado (en inglés) que las mujeres tienen menores probabilidades que los hombres de recibir aspirina, recetas para beta bloqueadores, estatinas e inhibidores ECA (ACE, por sus siglas en inglés) y también experimentan demoras para obtener procedimientos médicos que pueden salvar la vida como un cateterismo cardíaco al sufrir un ataque cardíaco.
5. Los ataques cardíacos entre las mujeres jóvenes van en aumento.
Los ataques cardíacos no sólo les suceden a los adultos mayores. Los factores de riesgo como la obesidad y la presión arterial alta entre las mujeres jóvenes y de mediana edad las están poniendo en riesgo de enfermedad cardíaca en etapas más tempranas de sus vidas (en inglés), especialmente entre los 35 y 64 años de edad. Más aún, las mujeres de 45 años y menos tienen mayores probabilidades de morir dentro del año de haber sufrido su primer ataque cardíaco.
“Nunca estás demasiado joven para comenzar a cuidar de tu corazón, pero los expertos recomiendan que se comiencen a hacer las pruebas cardíacas a los 20 años de edad”, dijo la doctora Ahmed.
Estas pruebas incluyen chequeos regulares de bienestar de la mujer con tu proveedor de salud y el monitoreo de tu presión arterial, colesterol, peso y niveles de glucosa. Si tienes un historial familiar, infórmale a tu proveedor de salud a la brevedad ya que podría optar por hacerte una evaluación.
“Es importante tomar nota de que no todos los ataques cardíacos en las mujeres resultan de bloqueos o aterosclerosis”, advirtió la doctora Ahmed. “También hay una categoría de ataques cardíacos denominada MINOCA (en inglés), que es el infarto agudo de miocardio sin lesiones coronarias obstructivas, misma que no se relaciona con los bloqueos. Estos ataques cardíacos pueden ser ocasionados por vasoespasmos (el estrechamiento de las arterias), la disección espontánea de las arterias coronarias (un desgarro dentro de una arteria que lleva sangre al corazón) y cardiomiopatía inducida por estrés”, señaló.
Toma nuestra prueba de la edad de tu corazón (en inglés) para aprender más sobre tu riesgo.
Construye un corazón sano a cualquier edad
Tus probabilidades de prevenir e incluso superar la enfermedad cardíaca mejoran mientras más sabes sobre ella.
Habla con tu proveedor de salud cuanto antes si tienes preguntas o alguna inquietud relacionada con tu potencial de riesgo de enfermedades del corazón.