La fisioterapia se ha empleado durante mucho tiempo como tratamiento para las lesiones producidas posiblemente por un accidente de coche o por una lesión deportiva. La fisioterapia ayuda a los pacientes a recuperarse de forma eficaz y a ganar fuerza y movilidad tras una intervención quirúrgica o una lesión ortopédica.
“Los fisioterapeutas están formados clínicamente para tratar una amplia variedad de lesiones y afecciones en muchas áreas médicas, incluidas la ortopédica, medicina deportiva, pediátrica, salud masculina y femenina, entre otras”, indicó Drew Jenk, fisioterapeuta de Banner Physical Therapy. “Normalmente tratamos problemas relacionados con dolores articulares, torceduras y esguinces, dolores de cabeza, traumatismos, déficit de movilidad y equilibrio, intervenciones quirúrgicas y muchos otros problemas relacionados con el deporte y el rendimiento.”
Jenk comparte algunos aspectos en los que puede que no haya pensado sobre el modo en que la fisioterapia puede ayudarle.
1. Prevención: la fisioterapia puede ser una increíble herramienta de prevención para ayudar a evitar molestias, dolores, lesiones relacionadas con los músculos e incluso, puede evitar las intervenciones quirúrgicas. Los fisioterapeutas pueden llevar a cabo revisiones para las disfunciones ortopédicas, así como cuando hay probabilidad de caerse, pueden prescribir ejercicios para reducir el riesgo de lesionarse. Existen numerosas investigaciones que muestran la conexión que tiene la fisioterapia para ayudar a prevenir una ruptura del LCA o minimizar el riesgo de caídas de personas propensas a caerse.
2. Aumentar el rendimiento atlético: los atletas profesionales y lúdicos trabajan a menudo con fisioterapeutas para mejorar su rendimiento atlético. En su clínica, Jenk utiliza una nueva tecnología ponible – dorsaViTM –, que permite a los fisioterapeutas controlar el rendimiento de un cliente, los posibles riesgos de lesión y ofrecer planes de ejercicios personalizados para ayudar a un atleta a competir a su mejor nivel.
3. Dolores de cabeza, dolor mandibular, traumatismos y vértigos: antes de plantearse el uso de medicación, debería investigar cómo puede ayudarle la fisioterapia a tratar estos problemas. En función de los síntomas y el diagnóstico, un fisioterapeuta puede crear intervenciones para tratar los patrones de movimiento deficientes, emplear técnicas de terapia de masaje para inhibir o mejorar las áreas de movimiento deficientes y volver a incorporar hábitos mediante movimientos especializados.
4. Disfunción del suelo pélvico (DSP): tanto hombres como mujeres pueden padecer DSP, que causa incomodidad en la zona pélvica e incluso, problemas de control de la vejiga e intestinos. En el caso de las mujeres, la DSP a menudo es consecuencia del embarazo y el parto. Un fisioterapeuta puede ayudarle a fortalecer los músculos y ligamentos de esta zona para mejorar esta afección.
Si experimenta alguno de estos problemas, debería plantearse el programar una cita con un fisioterapeuta.